La árbitra FIFA guatemalteca, Astrid Azucena Gramajo Ramírez, tiene mucho por sentirse orgullosa, se convirtió en la primera mujer en dirigir un partido de Liga Nacional en torneos cortos y es un gran ejemplo para todas las que vienen y desean ganarse un lugar.
En su adorada tierra natal, Salamá, Baja Verapaz, Guatemala, Astrid se entrena todos los días para estar en forma cada miércoles o fines de semana que le toque ingresar a la cancha, en la que soñaba jugar fútbol, pero que el destino la llevó a ser árbitra.
En el 2014 dejó de jugar en las canchas amateur de Salamá y tomó el uniforme de árbitro para comenzar a pelear por un lugar privilegiado, que ahora le ha comenzado a dar los frutos a tantos sacrificios.
Ese año dirigió su primer partido Sub-15 en la categoría masculina y salió como asistente, fue más adelante en el estadio Pensativo de Antigua Guatemala que salió como árbitro en un encuentro de Tercera División.
"Normalmente pitaba partidos de hombres y era bueno porque eran muy exigentes", cuenta Astrid, quien asegura que fue Ramón Turcios, quien le vio el talento para ser árbitra y la apoyó siempre, así como Lesbia García.
Fue el año pasado que salió por primera vez como cuarto árbitro en un juego de Liga Nacional entre Sanarate y Santa Lucía. Fue el primer contacto con el fútbol de más alto nivel en Guatemala. Sus buenas actuaciones le han comenzado a abrir las puertas como árbitro principal.
En el Torneo Clausura 2021 ya dirigió dos partidos. Su debut fue en el duelo entre Guastatoya y Sanarate, y el fin de semana estuvo en el de Comunicaciones y Santa Lucía Cotzumalguapa.
"Todos los partidos son exigentes y tienen sus complicaciones, pero me he sentido muy bien", reconoce la árbitro de 30 años.
Astrid sabe que cada partido que pita, Nadia, su hija de 8 años, la estará observando y apoyando, como el resto de su familia, que desde Salamá observan como ha sido el crecimiento de su gran campeona, la que creció gracias al trabajo de su mamá como maestra y de su abuela con la venta de dulces típicos (leche, panela, pepitoria y nuégados, entre otros).
La árbitra FIFA desde el 2017 dice que lo importante es luchar cada día y apoyarse entre mujeres. "Sabemos que todas las mujeres tenemos la capacidad de lograr lo que nos proponemos. Podemos dar vida, somos únicas, fuertes y guerreras", asegura.
"A todas las árbitras y las que desean ser les digo que sigan luchando por estar en esta aventura maravillosa. Que se ve la vida de otra manera y se debe disfrutar al máximo", confiesa Astrid, quien volverá a salir al terreno de juego para dejar en la historia del fútbol guatemalteco su nombre grabado.